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10 consejos para que el invierno no acabe con tu batería de moto

Está siendo un invierno bastante duro en muchas partes del país con temperaturas bajo cero y abundante nieve. A muchos motoristas no les queda más remedio que aparcar la moto, guardarla en el garaje hasta la primavera y optar por coger el coche u otro medio de transporte para desplazarse. Hasta ahí todo genial. Sabia decisión. Sin embargo, ¿sabías que una batería de moto, incluso si duerme ‘calentita’ y a cubierto, puede morir si no recibe unos mínimos cuidados?

Para que esto no ocurra basta con entender cómo funciona una batería de moto y seguir unos sencillos consejos que harán que no empieces tu temporada de moto gastando dinero en una nueva.

Factores externos

Lo primero que tienes que saber es que, independientemente de donde la aparques, la batería se irá descargando poco a poco. Lógicamente, si tienes un garaje, lo hará más lentamente porque no tendrá el elemento acelerador que supone soportar de forma directa la lluvia, el frío, la nieve, el granizo o el viento.

Al igual que en los coches, una noche de invierno al raso con helada de madrugada incluida puede significar que seas incapaz de arrancar la moto por la mañana.

Consejos

1
En la medida de lo posible, deja tu moto a cubierto.
2
Si no tienes garaje ni posibilidad de pagar uno al menos los meses de invierno, abriga tu moto todo lo que puedas. Si dispones de un cubrepiernas, déjaselo puesto y añade una funda integral impermeable que la proteja. Asegúrate de fijarla bien.

Factores internos

Como te decíamos, no hay baterías de moto con vida eterna, pero sí las hay mejor o peor conservadas. Es cierto que las bajas temperaturas no ayudan, pero algunas medidas preventivas y unos mimos a tiempo pueden alargar su utilidad y evitar que escuches la palabra maldita: sulfatación. 

La sulfatación no es más que la reacción electroquímica producida cuando se descarga completamente una batería. Si esto ocurre, devolverla a la vida no es imposible, pero sí bastante complicado.

Consejos

3
Si no vas a mover la moto durante meses o semanas, lo mejor es que desconectes la batería. Así evitarás que, por despiste, se descargue completamente y sufra la temida sulfatación.
4
Ten en cuenta el tiempo que tiene tu batería de moto, en especial si es de segunda mano. Si sabes su edad, por así decirlo, podrás redoblar los cuidados o decidir si ha llegado la hora de cambiarla y no arriesgar.

Herramientas básicas

No tienes por qué acudir a un taller especializado para hacer todas las tareas de mantenimiento de tu batería de moto. De hecho, hay muchos pequeños trabajos que puedes hacer tú sin demasiados conocimientos técnicos.

Es cierto que necesitarás hacer una inversión en un kit básico de herramientas, pero a la larga ahorrarás una buena pasta. Lo fundamental es que aprendas a controlar la salud de tu batería de moto.

Nuestra recomendación es que, por un lado estés muy pendiente de su nivel de carga y, por otro, de su limpieza para que no se degrade a nivel interno. Esto puedes hacerlo con 4 o 5 herramientas no muy costosas: voltímetro, limpiador de bornes y arrancador/mantenedor de baterías.

Consejos

5
Con un voltímetro podrás comprobar que tu batería de moto siempre está en torno a los 12 voltios. Si ves que esta cifra baja rápidamente, ojo, porque posiblemente, tu batería tenga algún problema grave.
6
Las baterías de moto deben mantenerse limpias. Este mantenimiento consiste en tener los bornes sin restos de sulfatos. Un cepillo para eliminar los depósitos salinos y un poco de grasa para protegerlos serán suficientes.
7
También es fundamental mantener los tornillos bien apretados. Hay herramientas específicas que son más precisas que los destornilladores.
8
Por último, no dejes de contar siempre con un mantenedor y un arrancador de baterías. El primero te permitirá, como su propio nombre indica, mantener la batería cargada siempre (aunque esté desconectada). El segundo te servirá si, por lo que sea, la batería de tu moto se ha quedado seca y necesitas sí o sí desplazarte.

Despistes que te saldrán caros

Si cuando llegue el buen tiempo quieres volver a arrancar tu moto sin problemas, conviene que seas sistemático y no te dejes llevar por la pereza o el despiste.

La vida media de una batería de moto es de 5.000 kilómetros. Salvo si la batería de tu moto ha hecho ya bastantes más (en ese caso, puede que este sea su último invierno por mucho que hagas), convéncete de que está en tu mano alargar su vida útil o, al menos, no acortarla.

Consejos

9
Debes mover la moto una vez a la semana. Elige los días que el tiempo dé una pequeña tregua para dar una vuelta y hacer algo más que un trayecto corto. Los desplazamientos medios y largos ayudan a que la batería se cargue. Si tienes coche, y en alguna ocasión se te ha descargado la batería por dejarte las luces encendidas, sabrás que tras ponerte las pinzas, la primera recomendación es que hagas un recorrido más o menos largo para que se recupere, ¿verdad?
10
No dejes que tu batería de moto esté por debajo del 50% de su capacidad porque irá perdiendo efectividad. Por supuesto, ni te plantees dejar que se descargue completamente.

¿Estás pensando en pasarte al litio? Ventajas e inconvenientes

Hace un tiempo en nuestro blog hicimos un especial para elegir, activar y mantener baterías de moto. Nos centramos sobre todo en las AGM secas y las AGM Gel.

Sin embargo, hay muchos motoristas que se están planteando pasarse a las baterías de litio y muchos nuevos modelos que ya las incorporan. Sin ir más lejos, y por citar solo un ejemplo, la recientemente presentada Honda Africa Twin 2018. En las motos eléctricas de nuevo cuño también es un complemento indispensable.

Como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes. Si estás pensando en pasarte al litio, no está de más que sepas a lo que te vas a enfrentar.

Los defensores de este tipo de batería de moto consideran que, entre sus ventajas principales, están su menor peso, su menor pérdida de autodescarga y su facilidad de instalación. Al no llevar líquidos ni ácidos puede colocarse en cualquier posición siempre que tengas en cuenta los polos, claro está.

También tienen mayor potencia de arranque y tienden a durar más que las tradicionales. Son, por así decirlo, más resistentes en términos generales, aunque algunos expertos aseguran que tienen un peor comportamiento con temperaturas bajo cero.

A estas bondades de tipo técnico, se suma que es bastante más ecológica y respetuosa con el medio ambiente que una batería de plomo ya que no contiene metales pesados como plomo, cadmio o mercurio.

Quizás su gran inconveniente sigue estando en el precio. Actualmente siguen saliendo bastante más caras que las tradicionales baterías de plomo y, aunque no necesitan tanto mantenimiento, también hay que ser un poco cuidadoso.

En ese sentido, reaccionan igual de mal a las descargas profundas. Tampoco podrás aprovechar tu cargador de batería de plomo para hacer lo propio con una de litio.

Recuerda, por tanto, que te ahorrarás trabajos como limpieza o la vigilancia de los bornes, pero no te librarás de tener que supervisar el nivel de carga ni, por supuesto dejar de lado los consejos que te hemos ofrecido en esta entrada para superar el invierno sin problemas.

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