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5 errores de motero novato que puedes solucionar ya

Te habrás dado cuenta tú también. En cuanto el sol comienza a asomar y la lluvia o el frío dejan de ser la tónica meteorológica, los anuncios y las ofertas para contratar un seguro de moto se multiplican como setas. Las compañías aseguradoras saben que, para muchos, las motos son para la primavera y el verano y aprovechan estos meses para captar nueva clientela. No obstante, hoy no venimos a hablarte de seguros, sino más bien de ese momento en el que te decides a coger una moto por primera vez. Sí, sabemos que tratarás de disimularlo pero eres un motero novato y, como tal, cometerás muchos errores.

Algunos los superarás con la experiencia que dan horas y horas de carretera, pero otros puedes solucionarlos YA. ¿Quieres saber cuáles son esos fallos de principiante que debes evitar? ¡Sigue leyendo!

Elige tu moto con cabeza

No te dejes llevar por modas, estéticas, diseños ni te empeñes en que tu primera moto sea la moto de tus sueños. En realidad debes comprar una moto en función de lo que necesitas y para lo que estás preparado. Ya tendrás tiempo de ir cambiando a medida que vayas ganando capacidades.

De todos los consejos que podríamos darte, quizás el más importante es que adquieras una máquina que se adapte muy bien a tu altura y peso, o lo que es lo mismo, que puedas poner los dos pies en el suelo cuando pares –especialmente si la vas a usar en ciudad- y que su peso te permita maniobrar con facilidad.

Por otra parte, cuidado con la potencia. De momento, no eres Marc Márquez ni Jorge Lorenzo. No quieras correr demasiado ni estés ansioso por tener una moto de gran cilindrada para pisar a fondo y fardar. Te espera un periodo de aprendizaje largo en el que te darás cuenta de tu propia fragilidad. Correr más no te hará mejor pilotoSaber controlarte sí. Los mejores motoristas son aquellos que son conscientes de los riesgos y se preocupan de minimizarlos.

Frente a un coche, un autobús o un camión tú puedes perder mucho más que en ellos. En una caída también. Lo mejor es que tengas potencia cuando estés seguro de que serás capaz de usarla solo en el momento justo.

Conoce tu moto en profundidad

Parece un consejo un tanto estúpido, pero no creas que todos los que pilotan una moto la conocen en profundidad. Lo primero, es fundamental que te empolles todo lo referente a su funcionamiento y mantenimiento. Para ello, nada mejor que consultar el libro de mantenimiento y el manual del usuario incluso antes de hacer tu primer viaje.

Dependerá de cada fabricante, pero para que te hagas una idea, en el manual de usuario tienes detallados aspectos tan importantes para tu seguridad como:

Manual de usuario

Precauciones de seguridad y conducción.
Repostaje y sugerencias sobre el combustible.
Accesorios y modificaciones.
Límites de carga.
Indicaciones para un manejo básico de tu moto como inspección previa a la circulación, arranque del motor, inicio de la marcha, aceleración, cambio de marcha, frenado, cambios, giros, paradas, estacionamiento y repostaje.
Ubicación de los componentes de tu moto.
Descripción detallada del panel de instrumentos.
Interruptores e indicadores.

Por su parte, lo más habitual es que, junto a este completo manual, dispongas de un calendario de mantenimiento para que sepas cuándo tienes que revisar cada elemento, así como algunos fundamentos de mecánica básica para que tú mismo puedas hacer operaciones sencillas como:

Libro de mantenimiento

Limpieza de los terminales de la batería.
Limpieza del respiradero del cárter.
Inspección y reparación de fusibles.
Revisión y/o cambio del aceite del motor, bujía, líquido de frenos, pastillas de freno, zapatas y cadena de transmisión.
Reglaje en la alineación de los faros.
Ajuste de la suspensión trasera.
Comprobación del embrague, acelerador y caballete.

Finalmente, estos libros suelen incluir un capítulo sobre solución de problemas frecuentes. Quizás nunca tengas un pinchazo, se te funda una bombilla, se te queme un fusible o de repente el motor de arranque no funcione, pero si ocurre, al menos sabrás qué hacer.

En caso de que compres una moto de segunda mano, asegúrate de que, bien el dueño anterior o la marca, te pueden facilitar este manual de instrucciones y, por supuesto, las revisiones realizadas.

No peques de exceso de confianza

Te has sacado el carnet, pero todos sabemos que lo bueno (y también lo malo) comienza cuando uno se echa a la calle. Tráfico, coches, conductores poco solidarios, peatones, ciclistas… En una palabra, la jungla. No te confíes ni pienses que en la autoescuela lo has aprendido ya todo. Tampoco entres en pánico porque creas que se te ha olvidado hasta cómo se arrancaba la moto. Suele ser una sensación muy común, como cuando te presentabas a un examen y, fruto de los nervios, te quedabas en blanco los primeros cinco minutos.

Es cierto que tu primera vez en la carretera será como una especie de examen, pero puedes superarlo si estás alerta, concentrado y en actitud defensiva. Piensa en el asfalto como en alguien al que acabas de conocer, ¿a que no te tomarías demasiadas confianzas en un primer encuentro?

En nuestro blog tenemos un especial con consejos útiles sobre pilotaje que pueden venirte genial para esos primeros meses.

Otra recomendación es que te pienses lo de “dar una vuelta” a los amigos con tu carnet recién estrenado. Llevar pasajeros en una moto cambia totalmente la relación de fuerzas y siendo un motero novato puede que no sepas manejar la situación. El mayor peligro es que te desequilibres y acabéis los dos en el suelo. No hace falta que impresiones a tus colegas o a tu pareja tan pronto. Espera a estar rodado y tener la capacidad de explicarles lo que significa ir de paquete en una moto.

Una moto y un coche no tienen nada que ver

De esto también hemos hablado en alguna ocasión en nuestro blog. Con el permiso de conducir tipo B puedes pilotar motocicletas con una cilindrada máxima de 125 centímetros cúbicos, una potencia de hasta 11 kilovatios (15 CV) y una relación potencia/peso máxima de 0,1 kilovatios/kilogramo, es decir, aquellas contempladas en el carnet tipo A1.

No obstante, conducir y pilotar no tienen nada que ver. Aunque seas un conductor experto, lo sentimos amigo, pero eres un motero novato. Lo mejor es que lo asumas con humildad y te prepares para cambiar el chip si quieres gozar de todas las ventajas que tiene desplazarse en moto.

Una decisión de lo más inteligente es hacer un curso de conducción segura. No son largos, ni demasiado caros y los puedes hacer en fin de semana. A cambio, aprenderás cosas básicas como anticiparte a las maniobras de otros usuarios de la vía, especialmente los coches; trabajar el equilibrio encima de la moto; evitar los ángulos muertos donde es más probable que no te vean, saber frenar en firmes deslizantes o situaciones de emergencia y manejarte en curvas, cruces y glorietas.

No escatimes en equipamiento

Por último, pasa de los que te llaman exagerado porque no tienen ni idea. Harás muy bien si antes de subirte a tu moto por primera vez, te haces con un equipamiento que vaya más allá del casco reglamentario. Y también harás lo correcto si lo usas todo hasta para ir a por el pan (si es que vas a por el pan en moto, claro).

Afortunadamente, la ropa para motoristas mejora cada temporada en calidad, diseño y confort. El sector ha evolucionado tanto que es posible vestir prendas especialmente diseñadas para moteros sin que se note que llevas una moto. Marcas como Tucano Urbano, By City o TCX, por ejemplo, se han especializado en hacer ropa de calle para aquellos que se desplazan en dos ruedas, pero que no quieren sentirse ‘raros’ cuando aparcan.

Si eres un motero novato y no tienes todavía claro en qué debes invertir, nosotros tenemos claro cuáles deben ser tus 4 imprescindibles: casco, guantes, chaqueta y botas. Tampoco hace falta que te gastes un potosí. De nuevo piensa en tus desplazamientos y elige en consecuencia.

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