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Cómo hacer un éxito de tu primera ruta motera invernal

A pesar de que el frío empiece a hacer acto de presencia en nuestras vidas y el invierno esté tocando ya a la puerta, sigue habiendo muchas ganas de coger la moto y hacer una salida, ¿verdad? Si eres de los que te la has comprado hace poco, acostúmbrate, porque ese deseo irrefrenable de hacer kilómetros y más kilómetros nunca se pasa. Ni siquiera queremos que esto ocurra, pero sí que tengas claro cómo organizar tu primera ruta motera invernal para que sea todo un éxito.

3 consejos sobre tu moto

Parece una obviedad, pero muchos olvidan que para salir de viaje, el medio de transporte tiene que estar en perfectas condiciones. En el caso de una moto más porque si te quedas tirado en mitad de cualquier sitio, no va a haber ni un cómodo asiento, ni un techo protector ni una salvadora calefacción para hacer menos dura la espera del rescate.

¿Cuáles son los elementos básicos que no debes olvidar?

Seguro

Si te has comprado una moto para algo más que ir a trabajar y desplazarte por ciudad, seguramente lo habrás tenido en cuenta a la hora de contratar tu seguro. En cualquier caso, no está de más que, antes de salir de casa, compruebes qué coberturas tienes. Puede que haya alguna que no eches de menos a 25 kilómetros de casa, pero a 250, la cosa puede cambiar.

Observa y lee bien qué tienes cubierto y cuáles son las exclusiones. La guerra de precios en el sector hace que, en ocasiones, las coberturas se ‘encojan’ para ofrecer un precio más interesante.

Coberturas mínimas a las que echar un vistazo

Algunas cuestiones mínimas que deberías tener claras son desde dónde (kilómetro 0 o no) y hasta dónde tienes asistencia en carretera (territorio español, europeo, etc), qué ocurre contigo en caso de inmovilización y/o robo de tu moto (si están incluidos los gastos de tu traslado) o si tienes una moto de sustitución.

También es importante que sepas qué facilidades te va a prestar tu compañía de seguros si te ocurre algo grave: asistencia y defensa jurídica, ayuda psicológicagestión de multas, reclamación de daños, etc.

Revisiones antes y durante la marcha

Siempre hay que tener la moto a punto, pero cuando pensamos en salir con ella varios días es especialmente importante. Si, además, es una ruta motera invernal, debes redoblar las precauciones no solo antes, sino también durante la marcha.

Evitarás sorpresas o aquello tan típico de… «Pero si esto ayer funcionaba perfectamente». Te explicamos cuáles deben ser algunos de estos cuidados más específicos en invierno.

Batería

La batería es uno de los elementos que más sufre por el frío. Debes llevarla siempre a tope y, si la moto se va a quedar durmiendo al raso mientras tú descansas en el hotel, no olvides cubrir la moto con alguna funda impermeable.

No es que con esto vayas a evitar problemas en tu batería, pero al menos la moto, no estará soportando toda la noche frío, nieve, viento y lluvia.

Aunque tengas claro que tu batería está de 10, nosotros te aconsejamos que siempre lleves contigo un arrancador de batería. No ocupa mucho espacio y puede salvarte de una situación complicada.

Luces

Si vas a transitar por parajes nevados o vas a soportar bastante lluvia, es posible que las luces se ensucien más. Aparte de asegurarte de que están en perfecto estado y no se van a fundir, echa un vistazo cada vez que pares y limpíalas si fuese necesario.

Neumáticos

Los neumáticos son tu toma de tierra. En invierno hay factores como el hielo y el agua que pueden hacer que pierdan agarre. Además de tu estilo de pilotaje, comprueba que, de entrada, están en un buen estado.

Líquido refrigerante

Compra un líquido refrigerante con una alta capacidad anticongelante para evitar que, con temperaturas bajas, se congele y dañe el motor.

Accesorios que te darán calor

No sientas vergüenza si eres un motero friolero. Incluso si eres el motero más friolero del mundo, es mejor buscar soluciones que pilotar tiritando.

Llevar una moto medio congelado te acerca mucho al desastre ya que el frío te desconcentra impidiendo que fijes toda tu atención en la carretera. Además, te resta capacidad de movimiento y reflejos en pies y manos, las dos ‘armas’ principales para pilotar con seguridad.

Más tarde hablaremos de tu equipamiento, pero aquí queremos mostrarte cómo ‘vestir’ tu moto para que te dé calor.

Paramanos

Recuerda que conducir la moto con las manos frías disminuye tu capacidad de reacción. Con temperaturas bajas los vasos sanguíneos tienden a cerrarse y  la circulación es peor.

Si a esto le añadimos que a la sangre le cuesta más llegar a las manos, tenemos en bandeja esa sensación típica de entumecimiento, insensibilidad y torpeza que son tres de los peores enemigos encima de una moto.

Para evitar todo esto, instala en tu moto un kit de paramanos como medida de seguridad extra.

Puños calefactables

Los puños calefactables son un accesorio de lo más útil para mantener las manos a una buena temperatura en los peores días de frío. Suelen disponer de un mando para regular la temperatura mediante una ruedecita. Así, no tendrás necesidad de desmontarlos cuando haga mejor tiempo.

Manoplas

Si no te apetece instalar un kit de puños calefactables, siempre puedes optar por comprarte unas manoplas que se montan fácilmente. Te protegerán de la lluvia y el frío.

Solo tienes que tener en cuenta que no te resten sensibilidad al tacto con la maneta ya que las manoplas están pensadas para usar con los guantes puestos.

3 tips sobre tu equipamiento

Tu moto está lista para comerse la carretera. ¿Y tú? ¿Crees que tienes el equipamiento adecuado para afrontar tu primera ruta motera invernal? Repasa primero. Aquí te dejamos algunos tips que te ayudarán.

Térmicos de arriba a abajo

Las prendas térmicas tienen muchas ventajas. Entre ellas, se pegan al cuerpo como una segunda piel, son elásticas, transpirables y dan calorcito. Muchas no tienen costuras por lo que resultan muy cómodas de usar.

Puedes ponerte una camiseta, pantalón y calcetines térmicos y olvidarte del frío o mitigarlo en gran parte.

Tu cabeza termorregulada

Quizás no lo sepas, pero gran parte de la pérdida calorífica se produce por la cabeza. Por eso es buena idea invertir en un sotocasco. Si optas por un modelo completo, además de la cabeza, tendrás la cara, el cuello y parte de los hombros a salvo del frío y el viento.

Visión siempre limpia con Pinlock

Te diríamos que es casi obligatorio que tu casco cuente con sistema Pinlock, máxime si te vas a aficionar a viajar con tu moto. En invierno es muy típico que la pantalla del casco se pueda empañar por el contraste de temperatura entre el exterior y el interior.

Este fenómeno natural puede meterte en un verdadero lío porque perderás la visión de lo que tienes delante. Hablando de cascos, te sugerimos que para tus desplazamientos largos optes por cascos integrales.

Chaqueta, pantalón y guantes de invierno

No recicles ni estires el uso de prendas de verano y entretiempo. Si realmente te decides a hacer tu primera ruta motera invernal, tu chaqueta, pantalón y guantes deben ser de invierno. Y de motorista, por supuesto.

Quizás tu amigo te cuenta que en invierno pilota con botas de monte o con una chaqueta hipercara que usan los alpinistas. Olvídalo. Para ir en moto necesitas ropa de motorista que, además de mantenerte calentito, te proteja en caso de caída.

10 recomendaciones para ti

Sabemos que no somos ni tu madre ni tu padre, pero nuestra experiencia y la de nuestros clientes nos permiten tomarnos la licencia de darte algunas recomendaciones o buenas prácticas. Queremos que disfrutes y, sobre todo, queremos verte a la vuelta.

No elijas una ruta larga y desconocida para estrenarte

A veces solo descubrir cómo cambia el paisaje de verano a invierno es suficiente. Esa ruta que ya has hecho con buen tiempo puede ser una buena candidata para revisitarla en invierno. Seguro que descubres cosas nuevas.

No te aventures ni improvises sobre lo planificado

Los días son más cortos y las temperaturas más bajas. No es buen momento para aventurarse por ese camino que no habías visto en el mapa. Cíñete a lo planificado. Cuando mejore el tiempo, será una buena idea.

Sé consciente de las dificultades

Objetivamente pilotar en invierno es más difícil que en verano. Lluvia, viento, niebla, nieve, hielo. Tienes que ser consciente de ello y, por tanto, no querer hacer lo mismo a la misma velocidad ni en el mismo tiempo.

Pilota menos y en las horas centrales del día

Utiliza las horas centrales del día para pilotar. Tendrás más luz y las temperaturas serán más altas. Es posible que la carretera sea más estresante por las condiciones climatológicas, así que directamente reduce tus horas de pilotaje, aunque te cueste un poco más llegar a tu destino.

Hazte más visible con prendas reflectantes

La nieve, la niebla y la lluvia te harán menos visible para los demás. Echa mano de reflectantes en tu ropa o casco que te hagan bien visible para el resto de usuarios de la vía.

No salgas sin tener claro el tiempo que va a hacer

En invierno no vale con mirar el tiempo que hará antes de ponerte en ruta. Lo ideal es chequearlo varias veces mientras estás en camino para cerciorarte de que no hay nuevas alertas. Tu smartphone o navegador serán de gran ayuda para prevenir situaciones adversas.

Descansos cortos sin quitarte nada

Como en cualquier viaje, para cada 2 horas a descansar y estirar las piernas. Si las paradas son cortas, evita quitarte el casco o la chaqueta. Perderás un calor que luego te costará volver a recuperar.

Llevar un mapa nunca está de más

Quedarte tirado o perderte en invierno no es lo mismo que en verano. Quizás incluir un mapa no esté de más si, por lazos del demonio, tu teléfono se avería o le pasa algo a tu navegador. Al menos, podrás orientarte hasta la gasolinera más cercana.

Ojo con las comidas contundentes

Sabemos que un plato de cuchara humeante entra muy bien después de haber estado pelando frío en la moto, pero si tu ruta no ha terminado todavía es mejor que no hagas comidas copiosas.

Una sopa o un consomé siempre serán mejor elección que un cocido completo o unas alubias con sus sacramentos. La digestión no será tan pesada ni tendrás somnolencia.

Nada de alcohol para entrar en calor

Puede que tengas la tentación de beber algo de alcohol para entrar en calor, pero sin duda en el fondo sabes que es una idea pésima. Alcohol y conducción nunca son una combinación deseable. Si vas a beber, por el bien de todos, aparca la moto.

¿Qué ocurre cuando hay nieve, hielo o niebla?

Para finalizar, nada mejor que avisarte sobre lo que ocurre cuando encontramos nieve, hielo o niebla en la carretera y ofrecerte información sobre dónde es más probable que, según la Dirección General de Tráfico,  encuentres problemas este invierno.

  • Con los primeros copos, el suelo se vuelve extremadamente resbaladizo.
  • Las señales horizontales y verticales pueden quedar ocultas con la nieve.
  • Se reduce la visibilidad.
  • La visión de la nieve puede producir sensación de mareo.
  • Cuando en el exterior la temperatura baja de 3-4 grados empieza a helar. Ten cuidado porque el hielo es extremadamente peligroso.
  • Los neumáticos tienen muy poco agarre en hielo, así que modera la velocidad y observa bien las curvas.
  • La niebla, además de quitarte visibilidad, humedece también la calzada y la convierte en mucho más deslizante.

Mapa de zonas con mayores probabilidades de fenómenos meteorológicos adversos en invierno

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Mapa de puertos más peligrosos en invierno

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