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¿Por qué las motos eléctricas son el futuro de la movilidad?

Con paso lento, pero seguro. Así es el crecimiento del sector de las motos eléctricas en España. Si en 2016 suponía solo el 1% del mercado de las 2 ruedas, los datos ofrecidos por Anesdor en junio de este año, con motivo de la celebración del Día del Medio Ambiente, lo situaban ya en el 2%.

Para saber si esta cifra finalmente se consolida habrá que esperar a que termine el año, aunque el secretario de esta organización, José María Riaño, apuntaba hace poco que las motos eléctricas representan el 2,42% de las ventas totales del mercado. De ser así, supondrá otro pequeño triunfo, más si tenemos en cuenta que solo un 0,3% de los vehículos de 4 ruedas vendidos en España en 2016 eran eléctricos.

A pesar de que las motos eléctricas vayan por delante, los expertos coinciden en que, en general, hay 4 factores que, a día de hoy, están lastrando el desarrollo y proliferación del transporte limpio en nuestras carreteras: la falta de puntos de recarga, la falta de ayudas oficiales, el precio y la poca autonomía que, por ahora, ofrecen este tipo de vehículos no convencen al gran público que sigue decantándose por el combustible.

No obstante, hay muchos imperativos para apostar por energías más limpias. Quizás uno de los más importantes es que el transporte genera una cuarta parte de la polución atmosférica. La consecuencia directa es que –según la Agencia Europea de Medio Ambiente- estos gases y partículas nocivas están detrás de casi 30.000 muertes prematuras en España.

Madrid implantó un protocolo anticontaminación en febrero de 2016 y lo ha tenido que endurecer hace escasamente un mes. Mientras, Barcelona ha estrenado hace tan solo unos días sus medidas antipolución. Desde el pasado 1 de diciembre, hay restricciones en días laborables en todo el ámbito municipal, excepto en Zona Franca y Vallvidrera-Les Planes.

Aunque hasta ahora la motocicleta ha sido considerada un vehículo poco contaminante y, por tanto, se ha ido ‘librando’ de las prohibiciones, no es seguro que a larga acabe en el mismo bombo que los coches.

En ese sentido, la popularización de las motos eléctricas puede ser la punta de lanza de una nueva visión sobre el uso y disfrute de las vías y, sobre todo, de una nueva generación de pilotos mucho más preocupados por el aire que respiramos todos.

Solo hace falta tener los ojos bien abiertos para observar los cambios que se están produciendo. A veces de manera muy tímida y otras veces con menos presupuesto del que haría falta, también hay que decirlo.

Sin embargo, merece la pena recordar por qué las motos eléctricas están llamadas a ser el futuro de la movilidad.

Plan Movalt, una ayuda que siempre sabe a casi nada

Año tras año el sector de las 2 ruedas espera que el milagro se produzca y el Gobierno apueste de una manera decidida por la implantación de la moto eléctrica. Año tras año, acaban decepcionados sin remedio.

El nuevo Plan Movalt (antiguo plan Movea), con un presupuesto global de 20 millones de euros es, otra vez, un jarro de agua fría para particulares y empresas.

Contempla una reducción de las ayudas a la compra de motocicletas, triciclos y cuadriciclos eléctricos de entre un 30% y un 60% con respecto al año pasado. Los ciclomotores, una vez más, ni siquiera están incluidos.

Lo recogemos aquí porque es sin duda una pequeña oportunidad para pasarte a la moto verde, aunque insistimos, las ayudas a las motos eléctricas, al menos en este plan, siempre saben a casi nada. Un tope de 750 euros para una compra por valor máximo de 8.000 euros.

Las ayudas no podrán solicitarse hasta el próximo 11 de diciembre y no olvides que no las pide el cliente final, sino los concesionarios y puntos de venta que se adhieren al Plan Movalt. Es decir, el encargado de la tramitación es el establecimiento donde adquieras la moto eléctrica. En sus 2 últimas ediciones, los fondos se han agotado en menos de 24 horas, así que corre, Forrest, corre.

El boom del ‘motosharing’ en las grandes urbes

El alquiler de motocicletas para recorrer las ciudades no es ni mucho menos nuevo, al menos en gran parte de Europa. Es una manera más rápida y económica de moverse por el centro. Desde hace algunos años, se está imponiendo además la vertiente más ecológica y el llamado ‘motosharing’ está viviendo un boom en las principales urbes de España.

eCooltra, Ioscoot, Muving o Yugo son algunas de las plataformas que actualmente se reparten el pastel. Su modelo de negocio es sencillo: ofrecer el alquiler de motos eléctricas con casco pagando una tarificación por minuto.

Con algunas variantes, la esencia es que el usuario no necesite ninguna oficina física para recoger ni la moto ni las llaves. Simplemente, y a través de una aplicación móvil, localiza la moto aparcada más cercana a su ubicación, desbloquea su uso, disfruta de ella el tiempo que haya contratado y la vuelve a dejar aparcada en la red de parking de la plataforma en cuestión.

Todas tienen presencia al menos en Madrid y Barcelona. eCooltra ha dado el salto internacional y también ofrece sus motos eléctricas en Roma y Lisboa. Por su parte, Muving ha ampliado su flota en territorio nacional y actualmente puedes encontrar sus motos en Zaragoza, Valencia, Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz, El Puerto de Santa María y Murcia.

Ciudades más respirables para todos

Las empresas de mensajería o delivery también están apostando fuerte por las motos eléctricas. Sin ir más lejos, Scutum está detrás de la fabricación de muchas de las motos que vemos por la calle repartiendo mercancías. Entre sus clientes están 2 gigantes como Correos y Amazon.

Esta empresa catalana ha dado un paso más allá y ha inaugurado este mismo año una fábrica con capacidad para producción de 10.000 motos eléctricas al año.

Ni todas se destinarán a uso particular ni siquiera todas se quedarán aquí. Aunque en 2016, Scutum vendió algo más de 300 unidades de su modelo Silence S02, un scooter eléctrico diseñado para uso particular, lo cierto es que el mercado exterior es hoy en día el más interesado.

Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda centran el grueso de la producción, aunque cabe destacar que Scutum es líder de ventas en el mercado de las motos eléctricas en España llegando al 40% de la cuota de mercado.

Motos eléctricas para un público más variado

Como te contábamos al inicio, algunos de los frenos para el uso masivo de vehículos eléctricos suele estar en la falta de puntos de recarga y el hándicap de la autonomía. Hay un miedo general a que nuestro coche o moto eléctricos nos deje ‘tirados’ sin que podamos cargarlos de una manera fácil e inmediata.

Además, en el caso de las motos eléctricas, los moteros tienden a asociarlas en su mayoría con scooters y mucho menos con modelos específicos para offroad y/o circuito.

Está claro que, de momento, no es del todo fácil realizar una ruta larga con una moto de este tipo, pero las empresas del sector tratan de salvar algunos escollos y van presentando modelos eléctricos que respondan a las necesidades de cada segmento.

Por ejemplo, la empresa catalana Volta fabrica desde 2015 motos 100% eléctricas y dispone de una versión urbana, otra trail que combina la versión urbana y la ‘offroad’ y una tercera para circuitos. Las tres tienen una autonomía de hasta 100 kilómetros.

La mítica marca Bultaco ha presentado hace escasos meses en el Salón de Milán su nueva motobike Alvero que pretende repetir el éxito de la Brinco, otra propuesta eléctrica para los pilotos de off road que ha funcionado francamente bien.

En el salón de Milán también vimos a otra firma clásica, Rieju presentando dos modelos eléctricos para este 2018. En asociación con Nuuk, la propuesta incluye un ciclomotor y moto para el carnet de 125cc y 3 versiones según su estilo: urban, tracker (más off road o trail) y cargo para el reparto profesional con un gran cajón en la parte trasera.

Los grandes apuestan por extender la autonomía

A decir verdad, son pocos aún, pero los grandes parece que van tímidamente sumándose a la tendencia eléctrica. BMW, Honda, Kymco o Piaggio han sacado al mercado modelos de motos eléctricas, aunque el reto parece centrarse en ofrecer más autonomía, sin duda, uno de los caballos de batalla para que sean más apetecibles.

En ese sentido, BMW lo ha conseguido en su C Evolution 2017. Este megascooter eléctrico tiene ya dos versiones: una estándar y una long range. Esta última ofrece una autonomía de 160 kilómetros y una velocidad máxima de 129 km/hora.

Algo parecido ha querido hacer Piaggio con su Vespa Elettrica. También tiene 2 versiones: la normal y la “X”. La  primera con una batería para unos 100 km de autonomía y la segunda con modelo de autonomía extendida a 200 kilómetros.

El secreto es que la Vespa Elettrica X lleva una batería para 50 kilómetros, pero incluye un pequeño generador de gasolina con un depósito de 3 litros. El generador se pone en marcha cuando la batería baja de cierta capacidad y la carga sobre la marcha. Con esos 3 litros de gasolina, alcanza para un recorrido de 150 kilómetros extras.

¿Cómo es la realidad actual?

En 2016 se matricularon en España 1.371 motocicletas y ciclomotores eléctricos, lo que supone un crecimiento del 128,5% con respecto a 2015, año en el que se vendieron 600 unidades.

La mayoría de las motos eléctricas en España están destinadas a empresas de alquiler y flotas comerciales.

Entre sus puntos fuertes están que no contaminan, no hacen ruido, suponen un ahorro importante en combustible y mantenimiento ya que sufren menos averías. También los seguros suelen ser más económicos.

En cuanto a sus puntos débiles, el precio y la escasez de puntos de recarga son los más destacables.

La autonomía es un problema relativo ya que, si hablamos de pilotaje urbano, el recorrido medio diario de un motorista está en torno los 27 kilómetros. En este caso, la cifra de 70/100 kilómetros por recarga es adecuada.

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