¿Por qué deberías plantearte hacer un curso de conducción segura en moto ahora?

Son muchas las razones que se nos ocurren para recomendarte hacer un curso de conducción segura en moto en cualquier momento del año, pero ahora que arranca el buen tiempo y tenemos casi encima el primer periodo vacacional del año más o menos largo, Semana Santa, mucho nos tememos que la presencia de más coches y motos en la vía puede complicarte el viaje si no tienes claros algunos conceptos clave.

En ese sentido, estos cursos son una opción perfecta tanto para aprender a pilotar como para corregir vicios adquiridos con el tiempo que, inconscientemente, pueden meternos en problemas.  ¿Crees que no te hace falta? ¿Crees que sólo existen opciones de pago? ¿Te parecen una pérdida de tiempo? Sigue leyendo. Estamos seguros de que cambiarás de opinión.

Como su nombre indica un curso de conducción segura en moto es un conjunto de técnicas formativas orientadas al perfeccionamiento de la conducción con el fin de conseguir un uso y disfrute más seguro de la moto. Esta formación te ayudará a pilotar de manera que puedas minimizar tanto el riesgo de sufrir un accidente como sus consecuencias. De nada te sirve, por ejemplo, pilotar muy bien si no llevas el equipamiento adecuado. Evidentemente, al revés tampoco. No olvides que nadie está libre de sufrir una caída, que a veces ni siquiera depende de ti y que, frente a los conductores de turismos, los motoristas tienen una probabilidad 18 veces mayor de sufrir un accidente. No lo decimos nosotros, sino las estadísticas de la Dirección General de Tráfico.

Vamos a hacer un pequeño ejercicio. Te vamos a contar cuáles son los errores más frecuentes de los motoristas en carretera. Si te ves reflejado en alguno de ellos, ya tienes tu primera razón para hacer el curso.  Según la Asociación de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), los fallos más habituales entre los pilotos tanto en vías urbanas como en carreteras son:

Si todavía no te has convencido, te damos otras 5 razones más para que veas que no tienes nada que perder, sino más bien al contrario. Un curso de este tipo solo puede hacerte mejor piloto porque te estarás reciclando. No existe el piloto perfecto.

Todos los cursos tienen una estructura similar en la que combinan una parte teórica y otra práctica. Esto, y las materias impartidas, te van a servir para testear la seriedad del establecimiento que elijas.

Además, otra garantía de calidad es que te pidan como condición imprescindible un equipamiento mínimo de seguridad: casco homologado, guantes, chaqueta, pantalón largo y zapatos cerrados.

Lo mejor es que busques escuelas adheridas a programas impulsados por administraciones públicas. La DGT, sin ir más lejos, tiene acuerdos con diferentes empresas y escuelas por todo el país. En comunidades en las que las competencias de Tráfico están transferidas, como Cataluña o Euskadi, también existen recursos parecidos. Un ejemplo es Formació 3.0 del Servei Català de Trànsit. 

La verdad es que el precio depende mucho de la duración, pero para que te hagas una idea el precio más habitual está entre los 80 y 160 euros por cursos de 3 a 6 horas. Hay alguna experiencia gratuita como la de Formació 3.0 que se realiza  los fines de semana en las carreteras catalanas que registran una mayor concentración de motoristas. Los pilotos realizan un recorrido de 15 minutos, acompañados por instructores, que graban la travesía. Posteriormente, los participantes ven sus  movimientos acompañados de los Mossos d´Esquadra que les ofrecen ayuda y consejos para corregir los errores y mejorar su técnica.

No tendrás que volverte loco para hacerlo entre semana porque las formaciones siempre son en sábado y domingo precisamente para que puedas ir sin prisas ni nervios. En cuanto a las localizaciones, lo mejor es que te dejemos por aquí un pequeño listado con enlaces útiles para que tú mismo te pongas en contacto con ellos y te informen sobre la escuela más cercana a tu domicilio.