Motoristas de antaño

Ropa de moto: ¿cualquier cosa te servirá para pilotar?

Cuando vamos a comprar una moto nos encontramos con un montón de problemas tales como la cuestión económica, escoger el modelo… y otras vicisitudes que supongo ya habréis experimentado. Pero la explosión de alegría que experimentas el día en que te conviertes en propietario nos hace olvidar todos los dolores de cabeza. Puede que sea la primera que poseas y por lo tanto debes plantearte qué ropa de moto. Si ya has tenido moto este paso puede ser un poco más fácil.

El primer consejo que te daban antaño las madres, las abuelas y las esposas era ve despacio y con prudencia, y no te olvides de ponerte un periódico en el pecho. Aunque actualmente es un buen apaño de urgencia, existen en el mercado un montón de fabricantes de todo tipo de accesorios, equipamiento y complementos para la moto y el motorista que se ajustan a todos los presupuestos con un mínimo de calidad, confort, seguridad y cómo no diseño.

Si somos exigentes y/o caprichosos podemos gastar más en equipo que lo que vale la moto, pero si escogemos con criterio podemos encontrar lo que deseamos con una buena relación calidad/precio.

Gorras de lana a 60 kilómetros/hora

Alrededor de 1930 los motoristas se vestían con gorras de lana, pantalones de montar a caballo, botas de caña alta y chaquetas de paño. Algunos usaban guantes y los más in de la época ya llevaban gafas de protección. Poco a poco se fueron incorporando ropas de tipo militar ya que solían ser más gruesas y consistentes que las de uso civil. Tengamos en cuenta que las motos más veloces podían llegar a circular a la vertiginosa velocidad de 60 Km/h.

Pronto se dieron cuenta de la necesidad, casi indispensable, de utilizar gafas, no olvidemos que las carreteras eran de tierra y muy polvorientas. La evolución de la aviación militar ayudó a incorporar la ropa de piel y poco a poco los motoristas debían poseer una buena parca de cuero, gafas de aviador y empezaban a usar casco, aunque poco tenían que ver con los actuales.

Lo que al principio eran gruesos chaquetones, con el paso del tiempo se fueron convirtiendo en prendas más ajustadas al cuerpo. En el mundo de la competición empezaron a aparecer los primeros monos de piel coincidiendo con los primeros carenados. Habían descubierto la importancia de la aerodinámica. El cuero proporcionó una mayor protección frente a las caídas ya que resistía mejor a la abrasión que los tejidos habituales.

Los refuerzos en codos, rodillas y posaderas estaban fabricados a base de sobreponer una o dos capas suplementarias de cuero en la zona en cuestión.

Los moteros necesitaban un equipamiento polivalente, una pieza para el viaje y dos para cuando se llegaba al destino, por lo que se instalaron cremalleras en la cintura para mejorar en comodidad.

Ropa de moto para cada estilo de pilotaje

A partir de los 70, el cuero dejó de ser negro y empezó a decorarse con diferentes colores. Aparecieron también los cascos integrales.

Actualmente la evolución de los materiales sintéticos ha permitido la fabricación de ropa técnica especializada para disfrutar de la conducción cómodamente. Refuerzos de kevlar, fibras transpirables, materiales térmicos, costuras selladas han revolucionado el mundo del motor.

Dependiendo de cómo disfrutemos de la moto podemos escoger el tipo de vestimenta adecuada.

Si lo nuestro es la velocidad, podemos equiparnos con monos de cuero de una o dos piezas de la misma calidad y robustez que los que usan los pilotos de alta competición.

Si lo nuestro es el touring, disponemos de una amplísima gama de chaquetas y pantalones que nos protegerán del frío y la lluvia, con los refuerzos necesarios en codos, hombros, espalda y rodillas que nos protegerán en caso de caída.
Si somos urbanitas, encontraremos una buena gama de abrigo que nos permitirá pilotar con comodidad y confort sin mermar en seguridad y, al mismo tiempo, nos proporcionará un toque de elegancia y discreción al bajar de la moto.
Si nos va lo fashion, hay una amplia gama de ropa deportiva casual que, al incorporar kevlar en su fabricación, da el aspecto de cómoda ropa de calle, pero con la seguridad de una ropa de competición incorporada.

En resumen, aunque os vaya lo retro, pasaros por nuestra tienda motera y entrad en el siglo XXI con vestimenta adecuada para vuestro hobby.

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